Para concluir éste ciclo, hay una sencilla palabra que debo y necesito decirte, aunque sé que no leerás ésto, al menos lo dejaré perpetuo mediante éstas palabras: Gracias, por lo que me diste, por lo que no me diste, por tú confianza, por tú tiempo, por tú cariño, y no lo sé si también fue amor, por enseñarme a tener más perspectiva, a tener más razón, a no creer en todo, en cambiarme, por inculcarme buenos hábitos, por tus palabras, consejos, mentiras, regaños, y no sé qué más me haga falta de hacer mención, en fin, por todo eso te estaré eternamente agradecida, a pesar que no sigas en mi vida, de corazón, estoy agradecida, enserio, gracias, muchas veces, tantas que podría escribirlas más de un millón de veces, pero con las veces que lo he mencionado es más que suficiente.
*Myû se enfadó de leer el mismo libro muchas veces, se cansó de él que a la chimenea lo arrojó, ardiendo se fue convirtiendo en cenizas, y ahora, uno nuevo empezó. ¿Qué vendrá en él? Sigue sin saberlo.
Por último, lo diré una vez más y ya: Gracias.
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