Sentimientos del correo #63

Ella, con los brazos llenos de esperanza incierta, sin moverse, respirando y tejiendo sueños falsos, después de estar mirando fijamente aquella puerta que yacía cerrada y que hacia apenas en algunas estaciones atrás permaneció abierta, de pronto se cerró sin oportunidad de dejarle poderse llevar nada de lo que permanecía ahí dentro, ni un sencillo recuerdo, alguna imagen de felicidad, nada, absolutamente nada, no le pareció que después de 1063 días se quedará con las manos vacías. Observó que se volvía a abrir, lentamente, a un ritmo insoportable, sus ojos que, durante tiempo se mostraban perdidos y ausentes, se volvieron a ilusionar, esbozó una sonrisa cautiva, pero, esa sensación le duró muy poco, cuando estaba a punto de volver a entrar y quedarse allí para siempre, se volvió a cerrar de una manera definitiva, el impacto de ésta, resonó más fuerte, que como anteriormente había sonado. Ahora, plenamente consiente, sabe que necesitó de un golpe duro, fuerte, seco, para que sus sentidos se dieran cuenta de que aquella puerta una vez cerrada, le seria imposible que volviese a entrar para recuperar lo que permanecía dentro, todo había acabado, y sin ninguna oportunidad de permanecer allí, no le pareció justa la idea, al principio la negaba, y el tiempo le hizo ver que debía de hacerlo, sin pensar en oportunidades o sueños falsos más. 
Lentamente su mano se acercó a la perilla de la puerta, la acarició durante unos segundos, mostrándose taciturna, una lagrima resbaló en su rostro, poco a poco se comenzó alejar, dándole la espalda a la puerta. Con el tiempo, quizá sea mucho o poco de lo planeado, estará tocando otras puertas, teniendo la conciencia de que, en algunas la dejaran pasar durante alguna temporada, otras donde no se le permitirá su paso y sin duda otras donde podrá entrar y salir sin que la puerta haga algún mal gesto, finalmente, entre otras opciones, sabe que encontrará una puerta que no le haga tal rechazo y la dejé pasar y descubra el camino de la felicidad.

Vive con esa esperanza.


*Texto basado en la vida de Myû Murakami.

Lo qué creía

No volverían mis sentimientos,
Estarían siempre muertos,
El tacto, desaparecería,
Las  miradas, ausentes estarían,
Que todo, sin duda,
Acabaría.
No fue así,
¡Vaya!
Todo continuaría
Y siempre tendrá sentido,
Las equivocaciones
Son buenas percepciones.
Gran parte de mi, 
Ha revivido, las letras,
Los sentimientos,
Las miradas,
El tacto, todo estaba ahí,
Quieto, descansando,
Parecía ausente, pero
Existía ahi,
Ese lugar donde nada muere,
Continua,
No desaparece,
Y siempre, siempre, siempre,
Estará en mi mente.